“Elías era un hombre con debilidades como las nuestras. Con fervor oró…” Santiago 5:17
Elías hizo algo que seguimos olvidando de hacer. Cuando las cosas se ponen difíciles, recordó lo que Dios le había asignado hacer: anunciar el final de una sequía y el comienzo de la lluvia.
¿Qué es lo que Dios te ha llamado a hacer? Levántate y empieza a hacerlo
¿Que es lo que Dios te ha prometido? Empieza a dejarlo hablar en tu vida. Aprende de Elías:
Primero: “se inclinó hasta el suelo y puso el rostro entre las rodillas” (1 Reyes 5:18). Deliberadamente no se posicionó a ver su entero (Bien pensado). Cuelga el teléfono, apaga la televisión, ponle seguro a la puerta, estate con el Señor a solas. El tiene tus respuestas.
Después, se negó a darse por vencido. Seis veces su siervo volvió a decir: “No hay lluvia. Ni siquiera una nube”. Pero Elías insistió en la oración y le dijo a su siervo que fuera a mirar otra vez. Está vez regreso y dijo: “Veo una nube, como la mano de un hombre y después leemos: “Hubo una gran lluvia” (1 Reyes 18:45)
Aqui hay tres cosas importantes que necesitas recordar hoy. (1) El más grandes momentos en tu vida siempre vendrán a través de la oración. Dios hace grandes cosas a través de la oración que el no haría de otra manera. (2) En lugar de obsesionarte sobre tu situación, inicia el cambio y a pensar en Dios, en su voluntad, el es el único que puede cambiarla. (3) Si no sentimos el poder del Espíritu Santo en nuestra vida, quizá sea porque dejamos de orar muy pronto.
Haz un compromiso a “orar sin cesar”, y Dios vendrá a ti
Si quieres oración o compartirnos escríbenos a jondewitt.devocionales@gmail.com
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