La capacidad de esperar bien…1
Sólo en Dios halla descanso mi alma; de él viene mi esperanza. Salmo 62:5
David Coleman llama a la capacidad de esperar bien “la actitud maestra”. Teniendo tres cualidades
En primer lugar la humildad “…como dirige la esclava la mirada hacia la mano de su ama, así dirigimos la mirada al Señor nuestro Dios” (Salmos 123:2) La historia cuenta acerca de un hombre que espero tanto tiempo para ver a su doctor que terminó enviando la cuenta por su tiempo. En serio, en la vida hay una correlación entre el status y la espera. Menor status de las personas esperan más a los de status más alto, y los sabios aprenden a esperar con gracia. Esperar nos recuerda que nosotros no estamos a cargo, nos humilla de una manera que tenemos que ser humildes.
En segundo lugar, la confianza “Confía en el Señor con todo tu corazón y no te apoyes en tu propio entendimiento” (Proverbios 3:5). Entre los trapecistas, existe una relación especial entre el viajero y el receptor. Una vez que el viajero se deja ir, tiene que confiar en el receptor para agarrarlo. Del mismo modo, debemos hacer lo que Dios nos dice, tenemos que ESPERARLO, aún cuando no veamos claramente Su mano trabajando. Estás son las estaciones que profundizan y desarrollan nuestra fe.
Por ultimo, la expectativa, “Mi alma espera en silencio solo para Dios, mi expectativa es de Él” (Salmos 62:5). Eugene Peterson escribe “ En la oración, estamos concientes que Dios está en acción y cuando las circunstancias están listas, cuando otros están en el lugar correcto, y cuando nuestros corazones están preparados. El nos llama a la acción. Esperar en la oración es una negativa disciplinada para actuar ante los actos de Dios. “Aprender a esperar bien, es la actitud maestra”.
Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas. Proverbios 3:6
