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Donde aprenderemos mas de Dios y veremos que nos puede decir el dia de hoy...Bendiciones.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Unges mi cabeza con aceite.

El pastor unge a sus ovejas con aceite para dos propósitos:
En primer lugar, para repeler insectos. Si  permite depositar sus huevos en la membrana blanda de la nariz, las ovejas pueden enloquecer; las ovejas dejan de dar leche y los corderos dejan de crecer. Así que el pastor unge su cabeza con aceite similar al repelente que mantiene a las ovejas en paz.
En segundo lugar, para sanar sus heridas. La mayoría de las heridas es el resultado de vivir con el rebaño. El pastor con regularidad inspecciona su rebaño, porque el no quiere que esa herida se vuelva infección el día de mañana. Sea cual sea la circunstancia que te este volviendo loco, o que estés herido como resultado de vivir en el rebaño. Siempre ve hacia el PASTOR. Antes de ir a cualquier otra persona, ve hacia Dios porque “Restaura a los abatidos y cubre con vendas sus heridas.” (Salmos 147:3) y después inclínate ante El.
Para poder ser ungidos, la oveja debe de bajar su cabeza y dejar que el pastor aplique el aceite. Humillarte, y llamar al Señor. “¿Acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles? (Lucas 18:7) David escribe: “…voy a ser ungido con aceite fresco” (Salmo 92:10)
El aceite de ayer es rápidamente contaminado por el polvo y la suciedad del viaje, así que tienes que ir con Dios diariamente y pedirle que Su Espíritu te ayude. Una oveja no entiende como el aceite funciona, pero no tiene porqué.  
Es suficiente saber que algo está pasando en la presencia de su pastor que no pasa en otro lado.
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“Dispones ante mí un banquete en presencia de mis enemigos” Salmos 23:5

Para proteger sus ovejas, el pastor debe constar constantemente buscando serpientes, sobre todo una pequeña café ya que se esconden en recovecos pequeños, muerden y matan a las ovejas. El pastor las defiende.
Precisamente eso es lo que ha hecho el Señor por nosotros. El trata con Satanás, la serpiente antigua, y ha preparado para nosotros “un banquete en presencia de nuestros enemigos”.

El ha hecho por nosotros lo mismo que hizo con Pedro después de su negación: Nos ha invitado de nuevo a tener comunión con Él. Tres días después de que Jesús se levanto de los muertos, el ángel dijo: “Pero vayan a decirles a los discípulos y a Pedro: "Él va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán, tal como les dijo." (Marcos 16:7) Al de mayor fracaso, fue al unico Jesús mencionó por nombre. Cuando Pedro llegó a la orilla cansado y golpeado, el fuego ardía, la comida estaba preparada y Jesús estaba diciendo:…Ven a cenar (Juan 21:12).

¿Has fallado gravemente? Jesús te invita a venir, a ser alimentado, a ser sanado y restaurado para tener comunión con El. Pero una palabra de precaución: Pedro pensaba que no iba a fallar, pero falló. Y tu también puedes fallar. San Agustín dijo: “El diablo es como un perro rabioso que está encadenado. El es incapaz de hacernos daño cuando estamos fuera de su alcance, pero una vez que entramos en su circulo nos exponemos de nuevo a ser dañados.” Usted no es rival para el enemigo. Pero Dios te ha dado una estrategia para tratar con el: Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes.(Santiago 4:7)


Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño. (Lucas 10:19)

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